Archive for the ‘Música’ Category

EL BLOGGEADOR JUSTICIERO #5: Qualsevol nit pot sortir el sol

noviembre 8, 2008

NOMBRE: Qualsevol nit por sortir el sol
CANTANTE: Jaume Sisa
DISCO: Qualsevol Nit Pot Sortir El Sol
AÑO: 1975

¡Ya estamos en Barcelona! Y en conmemoración de tal evento, transmitamos a las generaciones de nueva raza está magna obra de arte en catalán.

El es Jaume Sisa, cantautor catalán que, en el mismo año en el que Franco agonizaba, saca esta inocente canción, donde en claro homenaje a los heroes infantiles de los años sesdnta, los invita a su casa porque, cualquiet noche de estas puede salir el sol.

Una canción suave que notablemente recuerda a una naná, y que fue prohibida por las autoridades pertinentes, molestas porque alguien anunciara la libertas y el derroche de imaginación en una época, donde el ostracismo franquista estaba saturado de grietas y heridas.

Es una canción blanca, carente de malícia y doble sentido; una canción clara en sus pretensiones y aún así poseedora de una fuerza tan arrevatadora que, independiente de idiomas y estilis, llega hasta lo más profundo de cualquiera que sin tapujos se acerque a ella.

<object width=»425″ height=»344″><param name=»movie» value=»http://www.youtube.com/v/818sw10xdbs&hl=es&fs=1″></param><param name=»allowFullScreen» value=»true»></param><param name=»allowscriptaccess» value=»always»></param><embed src=»http://www.youtube.com/v/818sw10xdbs&hl=es&fs=1» type=»application/x-shockwave-flash» allowscriptaccess=»always» allowfullscreen=»true» width=»425″ height=»344″></embed></object>

EL BLOGEADOR JUSTICIERO #4: Bon voyage

octubre 24, 2008

NOMBRE: Bon voyage
GRUPO: La Orquesta Mondragón
DISCO: Bon Voyage
AÑO: 1980

Hace dos semanas, hablamos de como un dramático suceso (la muerte de un niño en un zoo) se podía convertir en un tema alegre y pegadizo sin dejar de ser concientes de lo trájico del suceso. Hoy toca algo parecido, pero más arriesgado todavía; pues si la canción del Pingüino no dejaba de ser, aun triste, un hecho ajeno a todos nosotros (los osos polares no van por ahí devorando a nuestros vástagos) la creación del ilustre Javiet Gurruchaga si juega con un suceso que facilmente nos puede ocurrir, si no os ha pasado ya: un accidente de tráfico con dramáticas consecuencias.

De todos los géneros musicales disponibles para relatar la terrible experiencia, La Orquesta Mondragón se decanta por un charlestón de fiesta contagiosa.

«El cráneo fracturado
Y un brazo arrancao
Se me ha caído un ojo
Ya no puedo ver

Oh, que pavor
Oh, que terror»

Si yo fuera directivo de una discográfica, haría un recopilatorio para funerales y pondría esta canción la primera de todas. Que maravilla de tema, donde se describe, con todo lujo de detalles, un accidente mortal, del que el propio cantante se pone como protagonista, narrado con la misma fuerza y energía con que Enrique y Ana le pedían a su madre que les compraran unas botas.

Canciones como esta son las que te hacen replantearte si realmente el dolor y la alegría no son meras respuestas costumbristas a unos sucesos catalogados de ante mano. ¿Podríamos reír ante el dolor y llorar frente a la dicha? Lo segundo muchas veces ocurre, sobretodo cuando ese bienestar es bastante grande e inesperado; así que, ¿porque no sentir dicha y exaltación cuando algún mal nos aflige? Alguien podria contestar, que eso es asi porque «tenemos sentimientos» pero eso es lo mismo que no decir nada, pues los sentimientos son tan solo «una respuesta emocional ante un hecho» una respuesta «interpretativa» a unos sucesos, no implicita a ellos. Si te pisan un pie, los nervios se agitan y sientes dolor: eso es una «respuesta involuntaria», el dolor está ahí y tu lo sientes (salvo si eres un fakir, para los cuales los nervios son como la M30: tan llenos de obras, que por ellos no puede circular nada) pero eso no son los sentimientos, pues ellos los eliges según tu valoración de las experiencias. Obviamente, nosotros no hemos sido entrenados en un uso correcto de nuestra capacidad sentimental, dejandonos llevar por las experiencias, en vez de ser nosotros los que las interpretemos y respondamos en consecuencia.

Ante la experiencia de saber que te vas a morir, porque te has estrellado contra un camión, tienes dos posibles respuestas, una positiva y otra negativa. ¿Encima que son tus últimos minutos, porque elegimos pasarnoslos padeciendo?
QUe gente más rara somos.

P.D. Maravilloso Popotxo (el que mueve el volante) todo un símbolo dentro de La Orquesta.

EL BLOGEADOR JUSTICIERO #3: Yo no me llamo Javier

octubre 17, 2008

NOMBRE: Yo no me llamó Javier
GRUPO: Los Toreros Muertos
DISCO: 30 Años De Éxitos
AÑO: 1986

Glorioso himno de finales de la movida madrileña, levemente eclipsado por el éxito que supuso «Mi agüita amarilla». Está canción (dedicada por Pablo Carbonell a todos los que no se llaman Javier, como él, ni tienen cara de llamarse Javer) es la mejor canción protesta que nunca se ha podido grabar. Un tema donde el absurdo se entrelaza con el punk descafeinado, en un claro grito libertador que exige la adopción de su postura sin objeciones ni condición alguna («no me llamó Javier» y punto); pero siempre manteniendo ese aura de sencillez y naturalidad que tan presente era en las canciones de la época, ¿o a que viene, sino, eso de pedirle un mísero duro a alguien?… Y encima recordarselo.

«Nunca te pedí un duro por la calle
Tú no me presentaste a tus padres
No te he invitado a mi casa
Ni a dormir, ni a comer»

Eran tiempos donde todo valía, donde la inspiración no bebía de los tópicos que se creían comerciales, sino de las ideas más barrocas y originales. Eran tiempos donde lo único que hacia falta era querer hacerlo para hacerlo de verdad. Dicen que eran tiempos de inocencia, que los jovenes eran incautos y desconocian como funcionaba el mercado, pero era entonces cuando la gente componía y tocaba lo que en realidad sentía, era entonces cuando de verdad escuchabas creaciones paridas con una intención, con un sentido, con unas ganas de decir algo; aunque fuera el intentar convencer a una chica de que tu no eres quien ella se cree… ¿o tal vez no estaba tan equivocada?

P.D. El vídeo, como era natural en estos años, no tiene desperdicio: con que naturalidad trabajan ellas, que metido en su papel se encuentra Pablo.

EL BLOGEADOR JUSTICIERO #2: El sangriento final de Bobby Johnson

octubre 10, 2008

NOMBRE: El sangriento final de Bobby Johnson
GRUPO: Un pingüino en mi ascensor
DISCO: El Balneario
AÑO: 1988

José Luis Moro,era un inquieto muchachuelo con muchas ganas de formar un grupo, pero poco poder de convocatoria entre la muchachada del lugar. Más sin embargo, el buen José Luis era voluntarioso como pocos, y empecinado en ser cantante, se lo montó por su cuenta; elevando el clásico género de «gitano de la cabra» a un nuevo status más digno.

«El trágico final de Bobby Johnson» es todo un ejemplo de como con tan solo un organo y quintales de inspiración se puede crear una obra de arte.

El Bobby del que habla la canción, es un niño al que sus padres llevan de visita al zoo, y al que no se le ocurre nada mejor que meterse en la jaula de los osos polares, los cuales, como es norma de su especie, se lo terminan comiendo.

Este trágico incidente (inventado para la ocasión) es tratado como tal en la canción; pero dentro de un ritmo animado y festivo, un estilo country-organillero, que choca totalmente con el tipo de melodia pausada que pide tan dramático suceso.

La alegría que despiden las notas junto al estribillo:

«Y ahora todo el mundo llora
Mr.Johnson le echa la culpa a su señora
Maldito el día en que se te ocurrió
Llevar al niño de paseo al zoo de Nueva York»

Ponen al oyente en una incómoda situación, donde, de manera inconsciente, esta festejando y bailando, el drama de unos padres que acaban de perder a su hijo y la más que segura rotura de su matrimonio. La descontextualización lograda por el Pingüino es absolutamente maravillosa, un juego constante con el espectador donde ambos toman la tragedia como comedia y se regodean con ello.